La crisis sanitaria ha obligado a que pasemos más tiempo que nunca con los ojos pegados a la pantalla. Tanto los adultos, que han encontrado en ella uno de los principales aliados para cumplir con sus obligaciones y mantener el contacto con aquellos que antes llenaban sus días, como los más pequeños, que se han acostumbrado a matar el tiempo de más en plataformas de 'streaming' y a utilizar servicios diseñados para poder dar clases desde casa. Esta dependencia de internet, no obstante, no ha permitido que la brecha digital que los separa se haga más estrecha. Y tampoco ha ayudado a que los más pequeños, cada vez más interesados en sitios como YouTube o Twitch, tomen más conciencia sobre... Ver Más