Imagina ser el piloto de un avión comercial, estar volando tranquilo, atento al funcionamiento de los instrumentos en cabina y a cualquier objeto volador que pueda estar dentro del perímetro del vuelo cuando de repente ¡BOOM!, un rascacielos de 212 pisos hace su aparición en escena. Esto fue lo que ocurrió hace un año cuando… Continúa leyendo »