En su momento más dulce, Huawei ha recibido un jarro de agua fría. Se le han aguado, por el momento, todas sus aspiraciones en el mercado de la telefonía móvil. Justo ahora que mantenía la segunda plaza de las ventas a nivel global y contaba con una posición privilegiada dentro de la inminente llegada de la tecnología 5G. La decisión de Google de aceptar las medidas de Donald Trump y dejar de prestarle servicio a la firma china abre un escenario plagado de interrogantes. Sus próximos terminales no podrán usar el sistema operativo Android, el de mayor popularidad del mundo, ni sus servicios.
Este veto se produce en pleno desarrollo y despliegue de las futuras redes móviles de quinta generación. Pataleta o no de Trump, la decisión del gigante de internet Google de romper con uno de sus principales valedores puede abrir una importante brecha en una industria que mueve anualmente medio billón de dólares. Una crisis sin precedentes. Y eso que, todavía, se desconoce si le seguirán los pasos otras firmas chinas que, en los últimos tiempos, han «democratizado» el mercado rebajando considerablemente los precios de los dispositivos móviles.
Los posibles escenarios y las consecuencias son imperceptibles ahora mismo. Incalculables como las posibles pérdidas económicas que puede sufrir el fabricante de telefonía móvil. Con todo, Huawei Technologies Co Ltd perderá acceso inmediato a las actualizaciones de Android y las próximas versiones de sus móviles tampoco contarán con aplicaciones y servicios como Google Play Store o, incluso, Gmail. Pero, …