Desde la Tierra, el Sol parece que ilumina todo lo que nos rodea. Es una fuente de luz que impregna todo, que nos calienta y que permitió la vida en nuestro planeta. Aunque parezca un enorme foco que todo lo ilumina, esto no se percibe en todos lados, como en el espacio.
Si pensamos en una película que retrate el espacio exterior, desde '2001: Odisea en el Espacio' hasta 'Interestelar', sin olvidar 'Star Wars' o 'Star Trek', nunca veremos un entorno colorido. En cambio, un velo oscuro siempre cubre las naves que surcan los misteriosos confines del cosmos. Pero, ¿por qué? Esta misma pregunta la realizó un niño a astronautas de la Estación Espacial Internacional, la cual tiene una interesante respuesta.
Nuestro faro universal
El Sol, como las demás estrellas del cosmos, es responsable de parte de la producción de luz en el universo, emitiendo en distintas longitudes de onda del espectro electromagnético. Nuestros ojos logran ver la mayor parte de la radiación solar, que cae en el rango de la luz visible, aunque también emite en rangos como el ultravioleta o infrarrojo.
Gracias a la brillante mente de Isaac Newton, la humanidad descubrió que la intensidad de la luz solar disminuye con el cuadrado de la distancia. Esto significa que un objeto que se encuentre al doble de la distancia que hay entre la Tierra y el Sol solo captará un cuarto de luz solar. En otras palabras, a mayor distancia …