El consumo de carne de caballo es un tema polémico en diversas partes del mundo, pero en Europa hay regiones donde no es raro comerla. De hecho, en ciertas partes del viejo continente, como España, existe el dicho popular: "tengo tanta hambre que me comería un caballo". Sin embargo, en muchos países sigue siendo un tabú.

Para la mayoría de los ciudadanos de países angloparlantes, como Reino Unido o Estados Unidos, comer carne de caballo sería impensable. En cambio, en Alemania, España o Italia, se ha impulsado su consumo hasta considerarse un platillo exquisito.

Según información de TIME, los europeos consumen 80,000 toneladas de carne de caballo anualmente. Entre los mayores consumidores está España, donde los hogares llegaron a consumir un aproximado de 2,817 toneladas de este animal, según lo informado por Agronews Castilla y León. Esta carne es comparativamente más barata y saludable que la carne de res.

La tradición de consumir carne de caballo en Europa

Italia y Francia son otros países donde comer caballo no es algo extraño. Solo en Italia, se consumen 900 gramos de carne de caballo por persona al año. Cerdeña es una de las regiones italianas donde más normalizado está su consumo. En Francia, comer caballo es algo común desde hace mucho tiempo. Durante 1886, el gobierno francés legalizó su consumo debido a razones de pobreza, ya que muchas personas no podían permitirse comprar carne de cerdo o res.

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