Cuando hablamos de Inteligencia Artificial parece que siempre llegan los mismos proyectos a nuestra mente: traductores, sistemas de reconocimiento de imagen, cerebros responsables por las decisiones en ciudades inteligentes, aplicaciones de uso médico para realizar diagnósticos, personalización de contenido en Internet… es un error cerrarse en un círculo tan pequeño, ya que la IA se