Sabíamos de lo delicado que fue el sismo del 7 de septiembre de 2017, por su magnitud y estragos, pero también por su cercanía con la brecha de Tehuantepec.
La mejor suposición es que los movimientos telúricos derivados de aquel de 8.2 grados de magnitud ayudaran a cerrarla, pero parece que ha ocurrido todo lo contrario.
Una investigación publicada en Nature Geoscience revelan que los movimientos provocaron que la litosfera se rompiera completamente.
La litosfera es la capa de la tierra que incluye la corteza continental y el manto terrestre
Un parteaguas para la investigación sismológica
En Xataka México
La brecha de Guerrero, un elemento clave para comprender el fenómeno de los sismos en México
Se sabe que los movimientos telúricos han resultado en modificaciones en las placas, pero debido a la falta de sismográfos y tomografías, nadie sabe con exactitud cómo es que el proceso ocurre.
El proceso de ruptura podría venirse dando desde hace siglos, con cada sismo contribuyendo a que ocurriera. Pero el del año pasado, combinado con otro más de 1931 con magnitud de 8.0 habrían hecho el trabajo.
La fractura ya tendría de 70 kilómetros de profundidad, en donde la temperatura rebasa los 1,000 grados centígrados. La mala noticia es que a mayor profundidad, este tipo de grietas que se adentran en la placa, podrían activar los llamados "temblores intraplaca".
Posibles efectos
El sismólogo Stephen Hicks …