Al darse cuenta de que el Game Cube no podía competir directamente con las otras consolas, y al ver el excelente resultado que estaba teniendo el Game Boy Advance, Nintendo optó por adentrarse a más profundidad en el mercado portátil, y los resultados ciertamente le funcionaron a la compañía japonesa. De esta manera, un 21 de noviembre de 2004, el Nintendo DS salió a la venta.