A finales de 2017, una ola de vídeos perturbadores fue descubierta en YouTube Kids, y Google decidió poner a 10.000 personas a revisar el contenido que se sube a la plataforma pensada para los más pequeños de la casa.
Y es que, si en la versión "normal" de YouTube ya nos encontramos con algunos problemas en cuanto a algoritmos, en la versión dirigida a los niños hay que extremar las precauciones sobre el contenido que pueden llegar a ver.
Evitar ser una especie de "medio de comunicación"
Podría tener sentido que un grupo de personas se dedicase a curar esta experiencia. En un informe publicado en Bloomberg, Mark Bergen y Lucas Shaw aseguran que, precisamente, esa era la apuesta inicial.
Al parecer, YouTube habría reunido a un grupo de 40 empleados bajo el nombre clave de "paso de peatones" ("Crosswalk"), en referencia a las numerosas "calles" de la plataforma y el potencial peligro que puede encontrarse en ellas.
En Genbeta
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Una de las propuestas era filtrar todos y cada uno de los vídeos dirigidos a niños menores de ocho años, para asegurarse así de que no llegasen a ningún contenido inapropiado en YouTube Kids.
Aseguran que esta propuesta comenzó a cobrar cada vez más fuerza, hasta el punto de que …