Tengo una hermana con la que no llevamos varios años de diferencia. Un día, allá por 2012, cuando ella apenas tenía unos 10, edad en la que es más común repetir lo que escuchas de tus padres, le comentó, a modo de queja, a unos amigos míos que yo me pasaba muchas horas al día en el ordenador. Cierto era, no lo voy a negar. Mi amiga le dijo: "pero, ¿sabes que Bárbara trabaja con el ordenador y eso le obliga a estar muchas horas escribiendo en él?".
Mi hermana solo repetía la frase constante de mi madre. El ordenador se relacionaba mucho con jugar a juegos como Farm Ville, con el ocio, con chatear con amigos y amigas que estaban lejos, con mirar fotos en Tuenti, subir historias en el Fotolog (es verdad que ya por 2010 no era tan común, pero yo había sido una fiel usuaria) o en el Facebook....
En Genbeta
Me gusta mucho teletrabajar y estas son las siete cosas que odiaría si tuviera que volver a una oficina
Y si bien es cierto que yo hacía muchas de esas actividades que he mencionado, también trabajaba online (no trabajaba a jornada completa como ya os expliqué el otro artículo), estudiaba a distancia (hice tres posgrados por la UNED) y también llegué a hacer voluntariados online como escribir para una revista europea sobre Sarajevo, una de mis ciudades favoritas del mundo y …