El pánico en internet surgió el pasado 4 de julio: los usuarios alertaban de que Yandex, el mayor buscador online ruso, estaba indexando archivos de Google Docs que incluían datos confidenciales y comprometidos de particulares y empresas. Es decir, que cualquiera poniendo en la barra de búsquedas la palabra correcta se podría encontrar acceso directo a archivos privados como, por ejemplo, registros de bancos rusos, listas de morosos o incluso una tabla con miles de enlaces a webs de pornografía, tal y como pudo comprobar la editorial Rusbase.
Aunque al principio se apuntó a una filtración de datos, el buscador ruso alegó que solo tiene en cuenta los archivos públicos online, por lo que le pasó la pelota a Google. «Yandex indexa solo la parte abierta de internet: las páginas que están disponibles al hacer clic en los enlaces sin ingresar un nombre de usuario y contraseña», alegó en un comunicado la compañía, afirmando que ya se había reportado el problema a los técnicos de Google para que investigaran el suceso.
Dos días después, desde Google se rechazaba cualquier tipo de fallo o ataque y se aseguraba que los documentos que aparecían en el buscador no estaban protegidos por la configuración de privacidad, lo que significa que sus creadores permitieron la visualización, o incluso la edición, de cualquiera que tuviese el enlace requerido, ya sea de manera voluntaria o involuntaria. Es decir, estaban marcados como públicos o alguien había difundido el enlace directo al documento en cuestión de …