Siempre he admirado al 43 Grupo de Fuerzas Aéreas por la labor que hacen cada año a la hora de luchar contra los incendios forestales, volando bajo y hacia el terreno, en medio de todas las turbulencias generadas por el calor del fuego…
Pero después de leer Despegar desde el agua, una anotación escrita por uno de los pilotos del 43, mi admiración ha subido un grado más al ver lo complicado que es despegar desde el agua.
No se trata de meter motor y fuera, ni mucho menos:
Despegar correctamente desde el agua con este bicho no es fácil. Sí, todos los pilotos del 43 lo pueden hacer, pero permitidme que sea crítico aquí: pocos lo hacen bien. Y en no pocas ocasiones me incluyo, porque no es fácil, y hay veces en las que simplemente la cosa no sale. La cantidad de factores que influyen es asombrosa, y los que ayer influyeron, hoy no tienen por qué hacerlo. Toda la maniobra es terriblemente artesanal, y la experiencia y la pericia marcan la diferencia. Repito, despegar todos despegamos, pero no todos lo hacemos bien. Y en esto soy exigente porque soy un purista, y de verdad que hay una diferencia abismal entre unos despegues y otros. Y estoy hablando de llegar a pasar miedo. Miedo al ver que el piloto no tiene en absoluto el control del avión. Miedo al ver como el rumbo de despegue queda 50º a la derecha y te están llevando contra las rocas …