Como la gran mayoría de personas, me sería imposible definirme con una sola palabra, encasillarme en un solo gusto; me encanta ver películas y series, amo leer y, obviamente, escribir, y desde hace ya más de dos años disfruto mucho el crear cualquier tipo de contenido que ayude un poco a entender cómo es vivir con una discapacidad. Pero, si de antigüedad se trata, sin duda los videojuegos se quedarían con la corona. Y es que, si bien mis recuerdos vienen desde el mítico Atari 2600, siendo justo debo decir que mi nacimiento como gamer fue con el SNES, mejor conocido como Súper Nintendo, ya que me podía adaptar a sus controles (tanto el normal como uno especial que vendían en Estados Unidos) usando mi rodilla izquierda y, cómo no, mi pie derecho.
Las ventajas desconocidas del teclado inalámbrico Logitech TK820
“Yo me adaptaba al control”, esa fue la única constante por más de 20 años, pasando por el Nintendo 64 y los cuatro Playstation’s hasta la fecha. Sin embargo, cuando hace unos días Microsoft anunció el Xbox Adaptive Controller, un control pensado y diseñado para adaptarse a una enorme cantidad de caso en los que no se cuente con un par de manos completamente funcionales, no me quedó más que asombrarme y aplaudirles —mentalmente, claro xD—. Esto no se trata de alabar a una compañía, sino de apoyar lo que fácilmente podría ser el parteaguas para hacer los videojuegos más accesibles de lo que han sido nunca.Imaginemos que por esta …