Nos enviaron muy amablemente una de las primeras unidades del Weimei Neon un terminal muy asequible y lógicamente algo más humilde que los modelos más potentes, pero aun así con posibilidades. Lo más llamativo es sin duda su precio: algo menos de 100 euros, que lo ponen en el punto de mira de cualquiera que necesite un móvil económico, para niños, como «segundo terminal» o como equipo para hackear y «probar cosas».
A primera vista es un móvil muy aparente: su peso es de solo 167 gramos, más ligero que muchos y aun así completamente metálico. Tiene una pantalla razonablemente vistosa de 5" GFF (854 × 480) con llamativos diseños por defecto. La caja incluye de todo: cargador, cable y hasta tapa protectora de plástico para la parte trasera. Está disponible en cuatro vistosos colores y el protector es transparente. El tamaño y grosor del terminal (9,8 mm) así como sus suaves curvas lo dotan de una atractiva sencillez incluso con el protector puesto – lo cual no es nada habitual.
Hardware funcional pero algo limitado
El procesador es un ARM Cortex A53 Quad-Core a 1 GHz con 1 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento. No es precisamente un «campeón de la velocidad» como es obvio; la limitación (probablemente ese escaso gigabyte de memoria) hace que sea consecuentemente poco fluido y que algunas apps se noten más lentas que en otros terminales.
Pero seamos realistas: no todo el mundo necesita apps con un gran refresco de vídeo …