Si metes en un coctelera a Bioshock, el cine B de Tarantino y el peor viaje de LSD de los 60s, te sale We Happy Few.
A título personal, y de todo lo visto -triples A incluidos-, We Happy Few, que hizo su puesta de largo en la presentación de Microsoft fue uno los títulos, que me pareció más interesante. Sí, es un indie con una propuesta, tanto jugable como estética, que bebe de un poco de todo, pero su conjunto es, indudablemente atractivo y suficiente para llamar la atención incluso al público más causal.
En el E3 de 2016 tuvimos la oportunidad de jugar los primeros niveles del mismo, y lo cierto es que fueron suficientes para convencernos de que el título de Compulsion Games va a ser uno de los más comentados del año.
Y es que su mezcla estética entre Bioshock y el cine de serie b de terror protagonizado por el elenco de La Naranja Mecánica, hacen que su propuesta de valor destaque sobre el resto de los indies narrativos que vimos en el E3. De nuevo, y como en el caso de Bioshock nos encontramos con una distopía en la Inglaterra alternativa de los 60s en la que sus ciudadanos toman una droga conocida como la Alegría, ya podéis imaginar para qué.
En el juego tomamos el papel de Arthur Hastings que se ha negado a tomar esta droga y tendremos que emprender un viaje para descubrir qué está pasando realmente, lo que sucedió con su hermano en el …