Hubo un día en que España entera se desconectó. El gran apagón dejó sin electricidad, y con ella sin internet, a millones de personas. Sin luz, el router era solo un adorno y los datos móviles se fueron apagando a medida que las baterías de las antenas caían una tras otra. WhatsApp dejó de sonar y el teletrabajo se convirtió en misión imposible. Pero no para todos.
Hubo un pequeño grupo de usuarios que apenas notaron el colapso: quienes tenían Starlink en casa. Sus conexiones seguían funcionando con normalidad. En hogares como el de Enric, la vida online continuó como si nada hubiera pasado. Su iPhone, su iPad, su Mac... todo tenía internet. ¿La diferencia? Él confió hace un año en una antena satélite.
El día que el apagón no fue un drama: así lo vivió Enric
Para quienes viven en el campo, pueblos, zonas de montaña, incluso islas, ya saben lo que es tener una mala conexión a internet. Gracias a Enric, que ha compartido su experiencia en primera persona conmigo por mensaje directo, podemos conocer de primera mano cómo es vivir totalmente conectado incluso cuando todo se apaga. Él lleva un año conectado por satélite de Starlink desde una urbanización rural cerca de Barcelona. "Aquí nunca llegó ni la ADSL. El máximo que me ofrecían eran 10 Mbps por radio".
Desde que instaló su antena de Starlink, su vida digital ha cambiado por completo. "La velocidad siempre oscila entre 170 …