Cromo - El Observador. En un principio, cuesta ubicarse. Aunque a primera vista se trata de otra aventura gráfica realizada en plano subjetivo, pronto nos damos cuenta de que más allá de ir, venir, preguntar y activar ciertos objetos o mecanismos, en Virginia lo importante pasa por estar atento a lo que ve nuestro personaje protagonista –Anne Tarver– y a las miradas y gestos que recopila a medida que avanza en su investigación. No a las palabras, cosa curiosa, ya que el juego es –en una tan genial como arriesgada maniobra– completamente mudo.
La Virginia del título no es una persona, sino el nombre del estado de los EEUU que alberga a la pequeña ciudad de Kingdom, adonde va la agente Tarver en su primera tarea como agente del FBI: investigar la misteriosa desaparición del estudiante universitario Lucas Fairfax. Tarver no viaja sola, sino que lo hace en compañía de la experimentada colega Maria Halperin, quien hace además las veces de mentora de nuestra protagonista. Pero a medida que avance el misterio –y se entremezclen los extraños sueños (¿recuerdos?) de Tarver, con la propia interna del FBI, con los extraños datos que arroja la desaparición de Lucas–, el asunto más y más se complica, obligando al jugador a prestar una inusitada atención a todo lo que pasa.Película interactiva
El juego es esencialmente un thriller con elementos sobrenaturales, que rinde claro homenaje, primero que nada, a David Lynch y una de sus obras más conocidas: Twin Peaks. No es el único referente …