Dark Souls III cuenta con decenas de referencias y paralelismos con respecto a la primera entrega. Aquí tenéis un rápido resumen de la información imprescindible para disfrutar aún más vuestra aventura.
Dark Souls III ya está aquí y serán muchos los que se inicien en la franquicia por esta tercera y magnífica entrega. Si estáis en dicha situación, podéis estar tranquilos ya que, igual que ocurriera con la segunda parte, Dark Souls III no es una secuela directa per se. Controlaremos otro personaje, recorreremos otra región, nos encontraremos con otros amigos y enemigos y, en definitiva, viviremos una historia totalmente distinta.
Ahora bien, el retorno de Hidetaka Miyazaki a las labores de dirección y game design ha desembocado en un número de conexiones y referencias a entregas anteriores mucho mayor (son decenas las referencias al primer Dark Souls), al contrario de lo que ocurriera en un Dark Souls II muy ligeramente referencial. De nuevo, no es necesario en absoluto el haber jugado anteriores entregas para disfrutar Dark Souls III pero sí es recomendable conocer las bases sobre las que se construyó una de las franquicias más queridas de los últimos años. Así pues, allá va nuestro breve y claro repaso a la fundación de saga. Evidentemente, ¡alerta de spoilers!La tierra en la que se encuentran Lordran (Dark Souls), Drangleic (Dark Souls II) y Lothric (Dark Souls III) fue, en sus orígenes, una masa amorfa poblada únicamente por los dragones eternos y los árboles gigantes. Así fue hasta que, de repente, apareció …