La semana pasada Valve decidió poner el mercado de los videojuegos patas arriba con su Steam Deck. Se califica como una videoconsola, pero tiene muchas cartas bajo su manga. Lo que a primera vista puede parecer una Nintendo Switch esconde el que puede ser el dispositivo de juegos más versátil que se ha visto. Y en Apple deben de estar mirándolo con atención.

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No digo lo que he dicho a la ligera. La Steam Deck es un PC completo que puede jugarse en nuestras manos como consola portátil, puede conectarse a un televisor y un mando inalámbrico para ser una consola de salón y puede conectarse a un monitor, un teclado y un ratón para ser un PC de sobremesa. Y si su SteamOS no te encaja, tienes libertad para instalar Windows. ¿Stadia? ¿Xbox Game Pass? ¿Epic Games? ¿Emuladores? Todo cabe.

Se trata de todo un reconocimiento al concepto híbrido de la Nintendo Switch ampliándolo, mejorándolo y liberalizándolo. En sus entrañas, un chip creado entre Valve y AMD que promete hacer sonrojar a los directivos de Nintendo, que seguirán vendiendo la Switch con un motor gráfico de hace cuatro años (su arma es más bien los exclusivos que tienen).

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