Como Ortro, el perro de dos cabezas de la mitología griega, una bicefalia es la que mueve el catálogo de teléfonos móviles inteligentes de Samsung. Líder de ventas a nivel global, se apoya en dos tipos de buques insignia, la familia Galaxy S y, por extensión, la notable pero específica gama Note, cuyo elemento diferenciador es el lápiz óptico S Pen, con el que se amplían sus funciones.
Ahora, por primera vez, se desdobla. Un Note 10 de triple cámara y 6.3 pulgadas de pantalla y otra versión «hormonada», conocida como Note 10 Plus, que alcanza las 6.8 pulgadas de diagonal, que ocupan el 91% de la parte delantera. El resultado es simple: ha actualizado su estética pero siempre manteniendo su seña de identidad. Pero como la belleza entra por los ojos, su cara trasera, sin embargo, viene un cambio drástico: una carcasa que refleja y ofrece una embriagadora estética multicolor pero, sin embargo, es un verdadero imán para las huellas y da sensación de fragilidad.
Todo un mamotreto que, sin embargo, no resulta especialmente engorroso en su manejabilidad. La verdad es que, pese a su monstruoso tamaño, se puede usar fácilmente con una sola mano. Llevarlo en el bolsillo del pantalón tampoco resulta muy ostentoso. Al menos, comparado con otros modelos rivales del sector como el Huawei P30 Pro. Eso se debe al diseño elaborado para la ocasión que exprime hasta la máxima expresión el concepto de pantalla casi sin bordes. Es muy liviano y fino. Muy …