El estudio de estos mecanismos ayudará a frenar la extinción de estos animales, pero también podría aportar información interesante sobre la metástasis en humanos.
En 1996 se observó por primera vez en los demonios de Tasmania un curioso tumor facial que, a diferencia de la mayoría de cánceres, se contagiaba de unos individuos a otros. Desde ento… Seguir leyendo...