Con el desarrollo adecuado, un algoritmo podría ser capaz de detectar la discriminación y prevenirla en una organización. Y ya hay quien ha conseguido crearlo. ¿Qué hemos descubierto con él?
¿Puede una inteligencia artificial comportarse como una imbécil? Desde luego, al fin y al cabo, admitámoslo, tiene a los mejores maestros, los seres humanos. Pero al menos podemos decir que el racismo, el sexismo y la discriminación no son sólo cosa de nuestra especie. Lo que ahora conocemos como atentar contra la diversidad es un serio problema que afecta a todas y cada una de las estructuras sociales y profesionales del mundo. Pero ¿y si pudiéramos usar una herramienta para predecir y combatir este tipo de discriminación? Y, ¿quién sería capaz de crear una herramienta así de potente? Un equipo del Instituto de Física y Tecnología de Moscú (MIPT) y el Center for Healthy Aging, de la Universidad de Copenhague han conseguido dar los primeros pasos en ese sentido. Gracias a las redes neuronales, han conseguido crear índices de diversidad que explican la discriminación de las compañías con respecto al sexo, la edad y la raza de sus directivos. ¿Y cuál ha sido el resultado?
El algoritmo anti-racista
¿Se puede enseñar a un algoritmo a ser racista? ¿O sexista? Por supuesto, es la magia de la inteligencia artificial. La cuestión es si se puede emplear este efecto en algo positivo. Para profundizar en el tema, hemos contactado con uno de sus autores, Alex Zhavoronkov, profesor en el MIPT, cofundador y director general de …