No es difícil imaginar cómo, en los albores de la humanidad, el hombre se vería sorprendido por fenómenos naturales a los que era incapaz de encontrar explicación: la maravilla de una noche estrellada, la imponente grandiosidad de una tormenta o la espectacularidad del arco iris serían probablemente muchos de los fenómenos que admirarían e intrigarían …