No lastimaré a humanos.
“El castigo”, de Filipe Vilas-Boas y Paul Coudamy, vía Notcot, es una instalación en la que un robot cumple el castigo por una posible desobediencia futura. Una referencia a las leyes de la robótica de Isaac Asimov,
Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si la órdenes entran en conflicto con la 1ª Ley.
Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.
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Robots que incumplen las Tres Leyes
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