Siempre se ha dicho que las pulgas y las ratas desataron la peste negra en una serie de pandemias que azotaron Europa en los siglos 14 al 19. Sin embargo, un equipo de las universidades de Oslo y Ferrara ahora indican que la primera “muerte negra” podría deberse en mucho a las pulgas y los piojos humanos.
El estudio, que apareció en las Memorias de la Academia Nacional de Ciencias, usaron registros de los patrones y la escala de la enfermedad en el viejo continente. Se estima que la muerte negra mató a unos 25 millones de personas, más de un tercio de la población de Europa entre 1347 y 1351.
“Tenemos datos bastante certeros de la mortalidad a partir de los brotes de peste en nueve ciudades de Europa”, indica el Profesor Nils Stenseth, de la Universidad de Oslo. “Por ello pudimos construir modelos de la dinámica de la enfermedad en estos casos”. Él y sus colegas entonces simularon la aparición del brote en cada una de estas ciudades, creando tres modelos, los cuales explicarían donde se extendió la enfermedad y las razones:ratas
transmisión por el aire que se respira
pulgas y piojos que vivían en los humanos y sus ropas.Chips que detectan enfermedades desde el interior de la célula
En siete de nueve ciudades estudiadas, el “modelo del parásito humano” fue mucho más coincidente con el patrón de cada brote de la enfermedad. De hecho, refleja qué tan rápido se extendió la enfermedad y cuanta gente fue afectada. “La conclusión fue …