Hace poco más de seis meses mi esposa y yo comenzamos a discutir sobre la necesidad de comprar una nueva TV luego de tener una de ocho años de antigüedad y que comenzaba a mostrar signos de cansancio. Luego de discutirlo ampliamente, hace un mes nos decidimos adquirirla. Pasaron algunos días de buscar y comparar precios y modelos. Finalmente la elegida fue una Android TV de Sony. Si estás por adquirir una TV nueva, por aquello de la transición digital o por el Buen Fin, entonces sigue leyendo. La búsqueda y el diferencial de precios En 2011 una amiga se mudó a otro país y nos vendió su TV usada LG de 37 pulgadas con pantalla LCD y que tenía ya cuatro largos años de uso. Desde entonces nos dio buen servicio hasta hace como 10 meses que comenzó a fallar. No encendía a la primera sino al segundo o tercer intento. Buscando en el Internet encontré que posiblemente se debía al uso de ciertos transistores que ya debía cambiar. Así que luego de reflexionar si la reparábamos o no, concluimos que ya merecíamos una TV nueva y decente. Así que cinco o seis semanas atrás me puse a investigar modelos bajo dos criterios; no más de 15 mil pesos y de marca japonesa. Estos dos criterios limitaron en mucho la búsqueda, principalmente el segundo pues en México las marcas niponas que quedaban vivas eran Sony y Sharp, aunque ésta última recién había anunciado que abandonaba el negocio. En …