Poco días después de que Glovo consiguiese por segunda vez que los tribunales le dieran la razón reconociendo a uno de sus repartidores como autónomo, el juez José Pablo Aramendi del juzgado de lo Social número 33 de Madrid ha reconocido la relación laboral entre Glovo y uno de sus repartidores.

Esta sentencia significa, por tanto, que este rider es un falso autónomo. Siendo, al mismo tiempo, la primera decisión judicial en contra de la empresa catalana de repartos a domicilio al respecto de la relación que tiene con sus mensajeros. Algo que añade más confusión a la situación de estos trabajadores teniendo en cuenta las decisiones judiciales pasadas que apuntaban en otro sentido.

Es la primera decisión judicial en contra de Glovo en cuanto a falsos autónomos

Este reconocimiento de relación laboral por parte de la Justicia se produce en una sentencia que trata un despido. Según han explicado desde UGT, los servicios jurídicos del sindicato instaron la demanda de un repartidor que había sido despedido por participar "en una huelga espontánea" que se llevó a cabo en septiembre del año pasado por parte de los repartidores de Glovo "para reivindicar mejoras en sus condiciones de trabajo".

Por esta razón, el magistrado también ha considerado que el despido fue nulo, al haberse producido como consecuencia del ejercicio de derechos fundamentales como lo son los de huelga y libertad de expresión.

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