Un sorprendente descubrimiento en Siberia ha dejado a los científicos maravillados: un nematodo, congelado durante 46.000 años en el permafrost, volvió a la vida. Este hallazgo no solo revela la capacidad asombrosa de algunos organismos para sobrevivir en condiciones extremas, sino que también abre posibilidades revolucionarias para la medicina y la biotecnología.