Cuando vemos a un caballero medieval ataviado con una pesada armadura de acero que cubre todo su cuerpo a menudo lo imaginamos moviéndose despacio y blandiendo su espada pesadamente casi como si fuera un zombie. La ciencia, una vez más, nos demuestra hasta qué punto lo que vemos en el cine, las series o los videojuegos no tiene nada que ver con la realidad (salvo honrosas excepciones).Read more...