La superficie lunar está salpicada por miles de cráteres, desde diminutas hendiduras hasta gigantescas cuencas de más de 1.000 kilómetros. La mayoría se formaron durante el Gran Bombardeo Tardío, hace unos 4.000 millones de años, cuando asteroides y cometas chocaban con frecuencia contra los planetas interiores. A diferencia de la Tierra, que borra las huellas del tiempo con su atmósfera, la erosión y la tectónica, la Luna conserva intactos esos impactos. Es, en cierto modo, una cápsula del tiempo del Sistema Solar.Cuando un asteroide impacta en la Luna, lanza al espacio una gran cantidad de fragmentos. Algunos logran escapar de su débil gravedad y se abren paso hasta la Tierra. Comprender este fenómeno ayuda a saber cómo circula el material entre ambos cuerpos y a reconstruir la historia de los impactos que han modelado nuestro planeta y su evolución geológica, según Universe Today.El estudio que permite entender este fenómenoEl trabajo, liderado por José Daniel Castro-Cisneros, se apoya en simulaciones realizadas con el software REBOUND. El equipo ha seguido la trayectoria de los fragmentos durante 100.000 años, registrando cada cinco años los momentos en que alcanzan una altitud de 100 km sobre la Tierra. Esa cifra marca el umbral para considerarlos impactos.Las conclusiones del estudio son claras: cerca del 22,6% del material expulsado por un impacto lunar termina cayendo sobre nuestro planeta. La mitad lo hace en los primeros 10.000 años, y el ritmo de llegadas sigue una pauta matemática: cuanto más tiempo pasa, menos frecuente es el impacto, pero de …