Vale, lo asumimos. Ni todos los teléfonos móviles inteligentes actuales tienen las mismas prestaciones a nivel fotográfico ni tampoco todos los usuarios son genios del encuadre. Lograr una buena fotografía también es cuestión de suerte, de estar en el momento adecuado en el sitio correcto. Pero gracias a los «smartphones» se puede tener en el bolsillo unas cámaras bastante decentes. La fotografía móvil es algo ya muy común y, con cierto cariño y siguiendo algunas pautas, se pueden tomar postales impresionantes.
Después de que Apple popularizara las dobles lentes en los móviles el pasado año con el iPhone 7 Plus, esta temporada ha dejado como una tendencia a seguir la inclusión de dos cámaras en un solo dispositivo. Esta configuración técnica promete jugar con la profundidad de campo y lograr efectos asombrosos. Dispositivos como el iPhone X, el Samsung Galaxy Note 8, el LG v30 o el Huawei Mate 10 han apostado por este concepto, aunque otras propuestas recientes como el Google Pixel 2 XL también consiguen estupendos resultados y eso que solo emplea un único sensor.
En el caso del nuevo iPhone, la firma norteamericana ha continuado con su gran aportación, el llamado Modo Retrato, que se ha convertido rápidamente en una de las capacidades favoritas de los usuarios. Su característica más destacada es la posibilidad de hacer retratos con un efecto de profundidad de campo que difumina el fondo y resalta al sujeto en cuestión, una idea que se conoce como el efecto «bokeh». Gracias a …