La recepción del live-action de Death Note fue terrible, la crítica aplastó a la película y la comunidad simplemente la rechazó, y no sin razón, nosotros ya hemos podido contarles cómo es que una gran idea terminó en una triste adaptación y bueno, el asunto es que el director de la película, Adam Wingard, se convirtió en blanco de ira entre el público y tras la trolliza terminó por cerrar su cuenta de Twitter.