Hartum nos escribió porque el odio que profesa hacia los mosquitos es tan solo comparable con sus ganas de exterminarlos de la faz de la tierra – algo que le pasa a mucha gente. Un buen día se encontró con un trabajo en el Malaria Journal que le inspiró un invento. Se puede leer aquí: Successful field trial of attractive toxic sugar bait (ATSB) plant-spraying methods against malaria vectors in the Anopheles gambiae complex in Mali, West Africa [PDF].
El trabajo resulta un poco durillo de leer, pero en el New York Times lo explicaron para humanos normales y corrientes: Brewing Up Double-Edged Delicacies for Mosquitoes. «Delicias de doble filo para los mosquitos» lo denominan.
La trampa anti-mosquitos consiste en una especie de «cebo» con un nectar de frutas que atrae a los malditos mosquitos (el nectar de frutas se pone aparte, vale cualquiera); tras beberlo ¡plof! caen fulminados. Su aspecto es algo así como un pequeño vaso con un palo –como manda la tradición– y hace efecto en unas 48 horas; en dos días dice su creador que se nota la diferencia tanto las habitaciones de la casa como en el exterior.
Se vende en un pack por unos 20 euros y contiene brebaje suficiente para conseguir la paz durante 45 días y un vaso + palo lavables. Los mosquitos «eliminados» por el cebo incluyen los famosos y temibles «mosquitos tigre» que dejan unas heridas que no veas. Pero además de eso parece una gran idea para la …