Posiblemente sean uno de los casos más conocidos de oficinas corporativas aparentemente deseables: las conocidas como Googleplex, siempre comentadas al hilo de la calidad de sus comedores, su planteamiento de servicios comunes, de facilidades para los trabajadores o incluso de cosas que, al menos hace algunos años, sonaban tan extravagantes como futbolines, servicios de lavandería, …