Todos los caminos están bloqueados.
La sexta temporada de The Walking Dead ha terminado, en un episodio total y absolutamente lleno de tensión de principio a fin, más de una hora de sufrimiento para quienes están a ambos lados de la pantalla.
Probablemente mucha gente no esté contenta con la forma en la que han finalizado el episodio, especialmente por el cliffhanger bastante innecesario, pero es como funciona la televisión, y sin duda con la incógnita de quién ha sido el elegido por Negan para morir, la audiencia regresará en octubre a mirar el desenlace.
Cómo si fuese tu último día en la tierra

Todo el episodio es un juego del gato y el ratón, solo que el ratón no tiene ni la más mínima oportunidad y el gato se está divirtiendo simplemente mirando a su victima correr en círculos. Lentamente, Rick se empieza a dar cuenta que no tiene ni idea de lo qué está haciendo, muy lenta y dolorosamente entenderá finalmente que el mundo no le pertenece, que no tiene ni idea de cómo tomarlo, y que además está en manos de alguien aún más terrible y sediento de sangre que él.
Ni siquiera intentes meterte con el nuevo orden mundial. Se debe sentir terrible darse cuenta de que no sabes nada.

La cara de Rick lo dice todo, el terror se apoderado completamente de él. Y no es el miedo a lo qué va a pasar a continuación, porque ya sabe exactamente qué será. Es el pánico de toda la culpa …