Mientras Tesla enfrenta una caída en ventas y un futuro incierto, su presidenta, Robyn Denholm, ha decidido vender más de 100 millones de dólares en acciones, dejando a la compañía a merced de las decisiones de Elon Musk. ¿Se está apartando antes de un posible colapso? ¿Qué significa esta salida para el gigante de los autos eléctricos?