En Japón, donde la formalidad y el respeto son pilares de la cultura, el silencio se ha convertido en un bien cada vez más valorado. La masificación de las ciudades y el turismo en auge han llevado a muchos a optar por servicios donde la interacción social es mínima o nula. Desde salones de belleza hasta restaurantes, te contamos cómo y por qué los japoneses están dispuestos a pagar por momentos de tranquilidad.