La explicación de por qué tus tías te pellizcaban las mejillas todo el tiempo cuando eras pequeño.
Es probable que alguna vez hayas sentido los mismos instintos que eran la fuerza detrás de Elvira Duff, aquel personaje de Animaniacs que amaba tanto a los animales que quería abrazarlos y apretarlos "hasta volverlos diminutos pedazos". Aunque no suena a la clase de impulso que compartiríamos con nuestros amigos alegremente, los psicólogos dicen que es completamente normal y hasta lo han bautizado con el extraño nombre de "cute aggression", es decir, la agresión causada por las cosas lindas.
"Cute aggression" es una compulsión extraña e hipotética por causar daño, causada por la visión de algo insoportablemente tierno. El fenómeno fue explorado por primera vez por dos investigadoras del departamento de psicología de Yale, Rebecca Dyer y Oriana Aragón. Según las investigadoras , esta sensación es similar a la risa nerviosa o a las lágrimas de felicidad, es decir, es una manera de nuestro organismo de regular las emociones extremas que está experimentando, mediante el acto de arrojarse en el sentido opuesto para restaurar el balance. Es decir, que ese deseo incontrolable de apretar a un cachorrito hasta que explote es simplemente una sensación súbita e incontrolable de felicidad ante la cual tu cuerpo no sabe cómo reaccionar.
Esto se denomina una respuesta dimórfica al estímulo, y según los investigadores, las personas que experimentan este tipo de respuesta agresiva ante cosas muy lindas, también tienden a mostrar respuestas dimórficas en otro tipo de circunstancias (por ejemplo, …