El mayor problema: las pruebas médicas y su gestión.
Control de peso, buena imagen, mejor alimentación y unos productos de cuidado origen. Esta es una de las máximas que, cada día, aumentan más y más en las costumbres de la gente. La vía para llegar a ello podría ser una dieta equilibrada y hacer ejercicio de forma periódica, pero los modelos de vida muchas veces impiden llegar a ese objetivo. En muchas ocasiones, la balanza se decanta por uno de los dos recursos de forma exagerada y, sin estar hablando de los trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia, es cierto que cada vez las obsesiones de la alimentación son más habituales.
En la meta de tener un cuerpo 10, una de las conductas adictivas más comunes en el sector de la alimentación es el dieting o la obsesión por hacer dietas. Control de los procesos alimenticios sin sentido y encadenando planes de comidas que no tienen ni pies ni cabeza y sin ningún control médico de por medio. Raras, absurdas, protagonistas de best sellers donde se explica cómo proceder de manera adecuada para realizar la dieta, prescindiendo de vitaminas o nutrientes esenciales... cualquier cosa vale siempre y cuando se adelgace lo suficiente.
Pero volvemos a una cuestión antes mencionada: los ritmos de vida que llevamos. La idea de "no tener tiempo para nada" no es una exageración. Realmente no hay tiempo, ni para comprar, ni para planificar comidas, ni siquiera para ir a un dietista a que ayude con la cuestión. …