Un pequeño rincón de Texas acaba de transformarse en algo más grande de lo que nadie imaginaba. La base de SpaceX en Boca Chica ya no es solo un complejo aeroespacial: es una ciudad legalmente reconocida con implicancias políticas, territoriales y estratégicas que despiertan tanto fascinación como preocupación. ¿Qué planea Elon Musk con este nuevo poder?