Esta pasada noche un cohete Falcon 9 despegaba del Complejo de lanzamiento espacial 4E de la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg en California para poner en órbita 51 satélites Starlink. El lanzamiento marca el inicio de los lanzamientos de la segunda capa de satélites Starlink. Por eso SpaceX se refiere a este loto como el grupo 2-1 de satélites Starlink. Aunque la misión Transporter–1 de la empresa ya había puesto en órbita diez unidades de prueba de satélites con enlace láser en órbita polar.

Se trata de satélites que irán en una órbita de 70 grados de inclinación respecto al ecuador frente a los 53º de la anterior; de ahí que el lanzamiento haya sido desde Vandenberg, desde dónde es más fácil lanzar a órbitas polares o cuasi polares. El Falcon 9 los ha dejado en una órbita de 213×343 kilómetros pero los satélites usarán sus motores de plasma para desplazarse a una órbita circular de 570 kilómetros. En total esta capa tendrá 720 satélites. Esta nueva capa permitirá así dar cobertura en latitudes altas y en alta mar, aumentando la cobertura actual, que alcanza los aproximadamente 53 grados de latitud norte y sur.

Además son satélites que Elon Musk ha denominado de versión 1.5 que tienen terminales láser para comunicarse entre ellos. Esto les permite dar servicio a regiones en los que no hay estaciones base en tierra o en alta mar: los satélites 1.5 se pasan datos entre ellos por láser de/hacia uno que sí esté …