Bethesda ha tenido diversas propuestas que sus franquicias vayan al cine. Ya sean Fallout, Dishonored o The Elder Scrolls. Sin embargo, dichas ofertas han sido rechazadas. De acuerdo con la compañía, se trata de una visión en la cual los creativos y desarrolladores quieren mantener el control de lo que las sagas representas, en vez de dejarlo en manos de una productora o director.