Nuestros compañeros de Xataka lo han reflejado: Apple ha decidido poner en el congelador los planes de fabricar su propio coche. En vez de eso se limitarán a crear su propio sistema de conducción autónoma, con el que quieren tener un as en la manga para futuras alianzas con fabricantes de coches si surge la oportunidad.

La decisión no debe haber sido fácil, porque según Bloomberg habría implicado la recolocación o despido de centenares de empleados y el nombramiento de un nuevo líder en ese proyecto ahora más humilde. Apple se reserva la opción de resucitar ese coche más adelante, pero de momento nos quedamos sin él. Lo que sí podemos hacer para consolarnos es recordar todo lo que sabemos, para así quedarnos con una imagen de lo que Tim Cook tenía en mente.

Nada de llaves: lo habríamos abierto con una huella dactilar

Business Insider nos cuenta cómo Apple tenía el sueño de eliminar las llaves de la misma forma con la que Steve Jobs puso cara de asco al defenestrar el stylus. Abriríamos nuestro automóvil con nuestro dedo, algo que no perdemos nunca.

Semi-áutónomo al principio, autónomo después

La agenda de Apple con su propio coche habría sido muy parecida a la que tienen otras compañías: empezar con un vehículo semi-autónomo y, a medida que la tecnología para ello avance y la legislación lo permita, evolucionar hacia un coche que nos lleve de un punto a otro con simplemente pulsar un botón.

Nada de humos: eléctrico 100%

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