El estreno de El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo marcó un antes y un después para el género de fantasía en el cine. La cinta de Peter Jackson dio pie a una de las mejores trilogías de todos los tiempos con Las Dos Torres y El Retorno del Rey. Incluso al día de hoy, la saga se encuentra más que viva con la serie Los Anillos del poder, la cinta animada La Guerra de los Rohirrim y el futuro spin-off dirigido por Andy Serkis, The Hunt of Gollum.
Pero todos estos títulos no hubiesen sido posibles de no ser por una condicionante que el propio J.R.R. Tolkien impuso al momento de vender los derechos de El Hobbit y El Señor de los Anillos. El autor prohibió que cierta compañía se involucrara en cualquier tipo de adaptación, ya que la consideraba "corrupta" y "repugnante". En pocas palabras, Tolkien odiaba a Disney.
La enemistad de Tokien hacia la casa de Mickey Mouse quedó registrada en una carta dirigida a J.L. Curry en 1964. En ella, el novelista reconoció el talento de Disney en cuanto al nivel de producción en sus cintas animadas, pero ello era un ejemplo destacado del mal gusto. Todo comenzó cuando Tolkien vio Blancanieves y los siete enanos de 1937, donde simplemente no le agradó el retrato de los enanos en la película.
"Reconozco el talento de Walt Disney, pero siempre me ha parecido irremediablemente corrompido. Aunque …