El auge de Internet como herramienta principal para la búsqueda de viviendas ha cambiado muchas cosas a la hora de que los estudiantes planifican el alquiler de un piso: facilita las cosas, pero también ha creado un escenario propicio para que los estafadores se aprovechen de los usuarios.

Por eso, en los últimos años, los fraudes inmobiliarios en plataformas digitales han aumentado de manera alarmante, mientras los ciberdelincuentes iban perfeccionando sus tácticas, haciendo cada vez más difícil identificar las trampas.

Además, las estafas no solo ocurren en sitios no regulados, sino también en plataformas de renombre, como Idealista o Fotocasa, lo que hace aún más difícil para los usuarios detectar los engaños.

¿Por qué los estudiantes son víctimas habituales de estafas?

El mercado de alquiler para estudiantes es particularmente vulnerable a fraudes por varias razones:

Falta de experiencia: Los estudiantes que buscan su primer alojamiento pueden no estar familiarizados con el proceso de alquiler.
Urgencia: La necesidad de encontrar un lugar rápidamente, especialmente en ciudades universitarias donde la demanda es alta, puede llevar a decisiones apresuradas.
Presupuesto limitado: Los estafadores saben que los estudiantes suelen tener un presupuesto ajustado, lo que les hace más propensos a morder el anzuelo de ofertas atractivas.

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Las señales de alerta más comunes

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