Comprar una licencia de Windows a precio reducido por Internet suele ser una práctica habitual entre los usuarios. Sin embargo, no todas las claves funcionan igual cuando llega el momento de formatear el ordenador y reinstalar el sistema operativo desde cero, o cuando queremos actualizar de versión.
Ahora que el soporte oficial de Windows 10 está a punto de caducar, cada vez más personas harán el cambio a Windows 11. Muchos actualizarán directamente a través de Windows Update, mientras que otros aprovecharán para hacer un formateo completo a su ordenador. Lo que muchos quizás no sepan es que, dependiendo del tipo de clave que hayan comprado en tiendas de terceros, pueden formatear y tener Windows con la misma clave sin necesidad de comprar otra.
Microsoft comercializa diferentes tipos de licencias, y cada una tiene sus propias limitaciones respecto a la reinstalación y transferencia entre equipos.
Retail vs. OEM
Las licencias retail, también conocidas como FPP (Full Packaged Product), son las que mejor funcionan para el usuario doméstico. Estas licencias están diseñadas para ser transferibles y permiten reinstalar Windows tantas veces como sea necesario en el mismo equipo. Incluso se pueden trasladar a un ordenador diferente si fuera necesario.
Por el contrario, las licencias OEM están vinculadas al hardware original del equipo y pueden dar problemas al reinstalar el sistema en hardware diferente. Estas licencias suelen ser más baratas porque están pensadas para fabricantes de equipos, no para usuarios finales.
También existen las licencias por …