Tras varios años operando en Francia, la empresa Shopopop llega a España con una propuesta que sus fundadores asemejan a Blablacar, aunque dentro del mundo de la paquetería. Y es que se trata de un servicio de entrega colaborativa en el que podemos hacer de repartidores, aunque con una peculiaridad: no podemos hacer de esto un trabajo.
Gracias a la ronda de financiación de 20 millones de euros que han conseguido levantar, Shopopop llega a España, concretamente a Madrid, tratándose de la única ciudad en la que está disponible este servicio de momento.
Un servicio de entrega colaborativa que no podemos convertir en un trabajo
A través de un modelo en el que sus fundadores denominan 'crowdshipping', la finalidad es hacer las entregas a domicilio más flexibles, asequibles y sostenibles. Su funcionamiento depende de la empresa que contrate este servicio. De esta forma, cuando el usuario haga un pedido online y quiera que se lo entreguen al domicilio, si el paquete va a ser entregado por una empresa que está colaborando con Shopopop, el repartidor en particular puede ver el paquete en la aplicación y decidir entregárselo a la persona.
En Genbeta
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