Llevo varios días cruzándome con una serie de TikToks bastante graciosos sobre "POV: tu iPhone en verano". Básicamente, consiste en personas metiendo el iPhone en la nevera. Y la verdad es que a veces me dan ganas de hacerlo, porque entre el calor que hace en la calle y el uso intensivo que le doy... pero ni. Obviamente no lo hago, y te cuento por qué.
Porque todos hemos estado ahí: estás en la piscina, en la playa o simplemente en casa con mucho calor, usas el iPhone un poco más de la cuenta y, de repente, se pone caliente. La pantalla se oscurece sola, va más lento y piensas: "¿Qué hago para enfriarlo y que vuelva a ir bien?". Meterlo en la nevera no es buena idea, aunque entiendo perfectamente la tentación.
El problema que todos conocemos: nuestro iPhone sobrecalentado
He trabajado en un distribuidor de Apple, tanto como comercial como en servicio técnico. Y en verano había una consulta tan común como los lunes por la mañana: "Oye, que el brillo de la pantalla de mi iPhone se me baja de repente". La gente siempre miraba primero el brillo automático, los ajustes, la configuración... pero no. Es un mecanismo de defensa por sobrecalentamiento.
No hace falta llegar a ver ese dramático mensaje de "La temperatura del iPhone debe disminuir" para preocuparse. Mucho antes de llegar a ese punto, el iPhone ya ha tomado medidas: baja el brillo de la pantalla …