Tal vez muchos no lo ubiquen, pero mientras Resident Evil pasaba de ser un juego survival-horror que cautivó a millones y luego se enfocó en convertirse en un título de acción, apareció una franquicia que se ganaría el título como el sucesor espiritual de la saga de Capcom. Hablamos de Dead Space, y de cómo su auge, ambición y algunas decisiones de EA no solo acabaron con la saga, sino con el estudio desarrollador.
Dead Space es una de las franquicias del género survival-horror que logró hacerse un lugar en la generación de Xbox 360 y PlayStation 3 por allá en 2008, consiguiendo premios como mejor diseño de audio de los Horror Game Awards, así como también nominaciones a los Premios Annie, BAFTA y Golden Joystick.
Su éxito no solo quedó ahí, y es que para su secuela, Dead Space 2, el título volvió a ser popular y reconocido tanto por los aficionados como por los medios, obteniendo un puntaje de 90 en Metacritic, entre numerosos premios en 2011, siendo uno de los títulos imprescindibles de esa época. Sin embargo, más allá de sus resultados, para el tercer episodio supuso la caída de la franquicia, y es que Dead Space 3 hizo unos cambios que marcaron un antes y un después para la saga, siendo esta el fin como los jugadores lo conocían y uno de los puntos más fuertes por la desarrolladora, el adiós de Visceral Games.
La caída de Dead …