Seamos honestos, la excelencia pocas veces compensa. A mi me encantaría tener el patrimonio de Amancio Ortega, pero preferiría entregarme en cuerpo y alma al macramé antes que estar atendiendo reuniones de negocios con 80 años. Tampoco me importaría presumir de abdominales a lo Cristiano Ronaldo, pero seguramente me…Read more...